Carta de Luís Felipe Molina a los Líderes de los Medios de San Pedro Sula, Comunicación de Honduras, sobre nuestra ÚNICA Solución: 21 de Julio de 2006 Ética y Productividad Basadas en la Fe. Página 1 de 4 Estimados líderes:
El rezago de Honduras no es por falta de objetivos; ya que, con pocas ambigüedades, todos nosotros, ya seamos ricos o pobres, sabemos lo que queremos: Paz y Prosperidad. Estos dos objetivos implican una pléyade de anhelos: seguridad, justicia, ocupación gratificante, liderazgo confiable, bonanza económica. Usualmente, sin embargo, hemos sufrido de carencia de claridad sobre los medios para lograr esos objetivos.
Pero el no estar seguros de cómo lograr los grandes objetivos no es una confusión exclusiva de nuestro País: Por ejemplo, el ejecutivo principal de un organismo financiero para el desarrollo internacional, a principios de 2006 manifestó que no hay soluciones mágicas y se deben encontrar soluciones vía “prueba y error”. Pero ya se trató de probar vía: (1) subsidios a la inversión, (2) substitución de importaciones, (3) fomento de exportaciones, (4) mercados comunes, y (5) otros métodos. Esos intentos de “prueba y error” se traslaparon por décadas; y en Honduras ya no tenemos muchos años disponibles antes del rezago irreducible.
Afortunadamente, en diferentes lugares del mundo son visibles los ejemplos de lo que se debe hacer para lograr prosperidad y paz: No se requiere reinventar la rueda –debemos concentrarnos en emular lo hecho exitosamente en otros países.
Primordialmente, lo que nos falta es ETICA y PRODUCTIVIDAD. Estos son los dos medios requeridos para lograr los objetivos. No se requiere de más: Estos dos medios son complementarios y su intersección involucra todo lo humano y terrenal necesario para lograr la paz y la prosperidad. Ética y productividad significan “actuar bien” y “trabajar bien”, respectivamente, y son opuestos a la corrupción y la incompetencia.
NOTA: Favor recordemos que productividad es una relación entre un resultado (la producción de un bien o un servicio) y uno o más factores aplicados para obtener ese resultado: Por ejemplo, Lempiras por unidad del bien producido, u horas por unidad del servicio prestado. De manera que productividad no es trabajar más, es trabajar mejor –es obtener mayor rendimiento, con calidad, del esfuerzo o de los recursos asignados. Como comparación: trabajar muchas horas fácilmente conduce a trabajar demasiado, y esto causa fatiga y un sinnúmero de otras consecuencias negativas que, en un círculo vicioso, reducen aun más la productividad. El día laboral del ser humano, en términos generales, debería dividirse en tres grupos de 8 horas cada uno: (1) Ocho horas para trabajar, (2) ocho horas para transportación y actividades personales –esparcimiento, vida familiar, estudio, religión, etc., y (3) ocho horas para dormir.
El buen comportamiento y el trabajo productivo, como los dos medios complementarios para lograr la paz y la prosperidad, son conceptos fundamentales y obvios a los que constantemente hacemos alusión –directa o indirectamente. Pero, paradójicamente, en la
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