(1) Todos debemos cumplir la ley SIEMPRE (en lo pequeño y en lo grande).
Obedecer los mandamientos de nuestro Padre celestial, incluye respetar en Honduras las leyes de Honduras. Esto es el fundamento primordial. En términos de Ética y Productividad: Cumplir con la ley es pre-requisito de la democracia, la justicia, la paz y la prosperidad. Si la mayoría considera que una ley es inadecuada: hay que cambiarla (si es cambiable), pero se la debe respetar a cabalidad mientras esté vigente. En términos “franceses”: No puede haber libertad, igualdad y fraternidad, si no se cum- ple la ley. Con un ejemplo, en lo deportivo: No podría existir el fútbol (tal vez solo las “potras”), ni la FIFA, ni el Campeonato Mundial de Fútbol (el evento sociológico más grande del planeta), si no se respetaran las reglas del juego: No debe haber flexibilidad en la aplicación de las reglas, aunque se argumentara que conviene en pro de la armonía, concertación, deportivismo, o cualquier otro desva- río. Similarmente, no puede haber paz y prosperidad en un país donde las leyes no se aplican siempre y por igual. (2) Nuestro sistema no requiere ser cambiado, pero debe ser enderezado y reforzado para que produzca muchísima más riqueza nacional y la distribuya a cada quien conforme a su aporte.
(3) La consecución de los ideales requiere percepción realista y acción pragmática.
(4) Sin excelentes salarios reales no se puede sustentar el aumento de las ventas (de las empresas pequeñas y grandes); y sin ventas en aumento (a precios constantes) no puede aumentar ni la inversión, ni el consumo (el motor de la economía) ni la tributación.
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